Parafernalia de epístolas múltiples a destinatarios invisibles.

lunes, 20 de agosto de 2012

Espera rota



Cajas de café en las calles y granos de olor. Mocca. Las piernas frías. Voces de borrachos. Bostezos y alcohol, palabras dirigidas a la Nada chocando contra paredes invisibles, rompiendo contra tus oídos que intentan mostrarse de corcho. Hoy no hay receptor, no hay vítores. A tout vitesse! Todo pesa, y el frío... Son las hojas del otoño; el otoño y el frío de resaca. Han bebido de más. Cantan sin saber, sin escucharse, cuando nadie quiere oír. Piernas que duelen y ojos extraños que se pierden, que ya estaban perdidos. Oídos que duelen, protegidos. Una batería de fondo, olor a viento. Nicotina en el aire, la nariz defraudada. Demasiada luz artificial. Olor a más frío y a velocidad. A falta de trenes futuristas, ruedas que no llegan. Goma gastada sobre el asfalto quemado. Frío a la plancha, en la sartén. Gorros a rayas. Los árboles desnudos sufren el frío para vestir al suelo, antes sin cubrir, suelo desnudo. Misión de otoño. Rectos y torcidos; observo. El tiempo es siempre más subjetivo a las mentes perdidas.  


Texto: DICIEMBRE 2011

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