Parafernalia de epístolas múltiples a destinatarios invisibles.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Ruindades

Muradas, Ourense (Abril 2010)
Foto en Flickr de Lydia Khmer
Qué difícil es mantener la miseria propia intacta, libre de infección ajena, de putrefacción pasada, de sueños vomitados. Y eso que parecía más fácil una vez hubiste evacuado toda sustancia inútil en tu corazón. Sigue sin ser fácil mantener limpia y pura la inquietud, el ansia viva de deshacerse de tantas cosas que ya se habían ido. Es difícil sacar a flote el corazón pobre, debilitado, tímido, sobrio tras una larga resaca, y mantenerlo tranquilo, insensible a tantas cosas que, sin pretenderlo, siguen adentrándose en su blandura sin coraza, en su vulnerabilidad mundana, humana, sin recursos. Cómo hemos cambiado todos... A veces ni me acuerdo del “antes”. ¿Podré recordar hoy mañana? Las luchas con uno mismo son las más duras de todas, necesitas seguir atacando y, de repente... Mierda, algo te obstruye el paso, tú mismo te respaldas en tu cobardía, en palabras sin sentido, ésas que has desgastado tanto. Tanto que acabaste harta, apartándolo de ti durante tanto tiempo.
Ya no sabes unir palabras. No como antes. Que gane el mejor. Definitivamente, la contradicción tiene nombre y forma, género de mujer. ¿Y si no llega a pronunciarse, a decirse? ¿Qué pasa con todos los contrapensamientos que no pudieron llegar al mundo para ser contradicciones, puesto que no llegaron a ser dichos? El Mundo de las Ideas siempre fue más interesante que éste. Y ahí duermen felices todas las benditas cosas ilógicas dictadas por la mente que nunca llegaron a aparecer en una dicción propiamente dicha. Respira hondo, no hay peligro, no forman parte de este mundo. Sigues teniendo el control de todo – de todo porque tú eres todo, tu todo, sabiéndote independiente como sinónimo de persona solitaria que gusta de estar sola. ¿De ti misma per se o per te? Pero no de debilidad barata. Bien, estás a salvo.
Subconsciente nivel 1. Mierda, otra vez. Invasión propia del Subconsciente nivel 2. Ahora a ver cómo controlas esto. En búsqueda del Subconsciente nivel Fortaleza. Cuando no puedes huir de ti, pulsa OFF. Alguien vendrá a salvarte cuando tenga ganas de jugar la próxima partida. Paciencia. Amparo y aceptación. En búsqueda, durante toda una vida, de abrazos invisibles; de comprensión, de perdón. Aceptación de nuestra miseria, en la salud y en la enfermedad... hasta que el dinero nos separe, queridos sueños rotos de cristal. 
Otras veces nadie vendrá a salvarte.
Texto: AGOSTO 2011

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