Parafernalia de epístolas múltiples a destinatarios invisibles.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Furia

Jardines, Real Sitio de San Ildefonso - La Granja (Junio 2009)

No, no nos parecemos. La sangre que baña mis venas es diferente de la tuya. Yo soy diferente. Tu sangre se podría destilar, y aún así seguiría siendo veneno inservible. Me gustaría que tuvieras la cualidad de sentirte mal al saber que todo lo haces mal, y te sientas culpable por mí, culpable por ellas. Hemos alzado un fuerte y no puedes entrar: nos protege de tu presencia tan efímera. Tan de mentira. Eres todo lo que te gusta aparentar, y la gente se traga tus mentiras, no ven lo que es más visible de todo. Se te ve venir, ruin. ¿Nunca te has sentido sucio? ¿De verdad? Porque estás tan podrido, y no lo ves... Me pregunto si nunca has pensado que tienes la culpa del malestar que reina en una silla de oro a tu alrededor, de la mugre de que eres dueño y señor, porque de otra cosa no. No tienes ni idea de lo que son los vínculos, a no ser que en tu jerga tenga algo que ver con tu sucio dinero. Tus únicos amigos son seres igual de fracasados que tú, igual de vividores, igual de bebedores. 
 
También es el respeto, entre otras cosas, algo que desconoció tu infancia. Es algo abstracto que no puedes tocar. No lo puedes comprar, beber o comer, y por eso no existe para ti. Me repugna que te enorgullezcas de ser licenciado en imposición y doctorado en egolatría y racismo. No eres más que mierda, la peor parte del rebaño. Odio sentir odio porque ya es profesarte un sentimiento y no te mereces ni siquiera mi desprecio. Estás a tantos kilómetros del perímetro de mi escala de valores que te traga el vacío, tu propia opulencia, tu egoísmo, tus vicios nunca mermados, tu retraso para con el mundo.

Siento vergüenza pero ajena, porque tu relación con mi mundo es nula. Te he dicho siempre verdades crudas, he respondido a tus gritos con más gritos, y aún así no siento que me haya rebajado hasta llegar a tu bajeza moral. ¿Qué más quieres que te escupa desde las entrañas? No vas a conseguir arrastrarnos al agujero negro que te engulle, significa muchos puñetazos en el revés de la puerta a fin de que no recayeran sobre ti como moneda de cambio por cada insulto que ha blasfemado tu boca. A día de hoy soy algo sólido muy capaz de devolverte cada golpe, y tú lo sabes. La última vez que tronaron los gritos vi el miedo en tus ojos, nunca creíste que pudiera tratarte igual o peor de lo que me tratas tú a mí. Pero cuando llegue el final no me comportaré como tú, tengo decencia y tengo educación, es algo que me ha enseñado mi madre. Además, hace ya mucho tiempo que me das pena, puedes respirar tranquilo. Todo lo que tocas se corrompe, pero no te confíes demasiado. La insurrección está más cerca que nunca.


Texto: JULIO 2009

2 comentarios:

  1. Yeah!!! Esto tiene muy pero que muy buena pinta!!! Desde luego que este consulado del imperio khmer hace las delicias de propios y extraños! :D
    Un abrazo enormeeee!!!

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  2. Cuántas cosas acabo de encontrar, Mr. Crux. Pronto todo habrá salido del horno, y estoy en plena horneada intensa y corta... Abrazos peninsulares a usted, oh, imperator.

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